En este baño privado construimos una sauna finlandesa que también puede usarse como cabina de infrarrojos. La parte frontal y la puerta de esta sauna están completamente hechas de vidrio. Dos radiadores traseros aseguran un efecto óptimo. Una persona puede estar tumbada en la parte superior, mientras que en la parte inferior hay sitio para sentarse. Se proporciona un respaldo ergonómico para los radiadores. Se puede extraer una extensión en la parte inferior, de modo que el asiento inferior se convierte en otro banco. El horno de la sauna está escondido detrás del banco retráctil. Esta práctica solución ha sido desarrollada para respetar los deseos del cliente a pesar de la limitación de espacio. Quería una sauna clásica y una cabina de infrarrojos. 
Los bancos están hechos de madera de obeche, las paredes están acabadas en chapado de chechén. La iluminación LED está oculta detrás del respaldo del banco, lo que crea una atmósfera acogedora.